" Confía en el SEÑOR con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento.
Reconócele en todos tus caminos, y El enderezará tus sendas.
No seas sabio a tus propios ojos, teme al SEÑOR y apártate del mal.
Será medicina para tu cuerpo y refrigerio para tus huesos." Proverbios 3:5-8